Robert Sherer

Hoy tenemos aaaaaa TACHÁN, ¡Robert Sherer! Como hago siempre, no iba a poner nada que pudiera influenciar vuestra apreciación de las obras que os enseño, es algo que he aprendido con los años. Las obras deberían disfrutarse únicamente como lo que son, arte. Luego cada uno decide si lo que ve le produce sentimientos positivos (normalmente todo arte produce sentimientos, aunque sean de asco) indagar y contextualizar lo que ve sin prejuicios previos. 

El caso es que esta vez no podía no hablaros de Sherer por varias razones de peso. Es el artista más censurado de los EEUU y ya no solo por su contenido claramente homoerótico, si no por los desnudos masculinos. Lo cual me lleva a un intenso debate interior sobre el pudor que los sectores conservadores muestran solo cuando ven cuerpos de hombres. Claro, ver a una mujer desnuda ¿a quién le parece mal? A los hombres les gusta (por supuesto que les gusta) y las mujeres lo dejan pasar como algo natural. Bien, mi pregunta es ¿que problema tenéis los hombres con los cuerpos de otros? Me parece una división artística basada en una ética que sería cuanto menos cuestionable. 

Ya no voy a entrar en la discusión sobre la censura de obras homoeróticas (masculinas, claro, en cuanto al lesbianismo bien podríamos aplicar lo dicho en el anterior párrafo) porque no queréis leer nada más largo que la Biblia y es un tema que me indigna profundamente. Otro día.

Reseñar también que en el año 2007 creo la Robert Sherer LGBT Scholarship Fund, asociación creada para ayudar a los artistas de la comunidad LGTB, algo que le honra y que nos da un ejemplo de solidaridad. Si cada uno ponemos un granito de arena, las injusticias poco a poco se palian y se consigue una sociedad mejor. Poco a poco. 

Después del mitin, sólo destacar el papel que tiene San Sebastián en sus pirografías. Siempre me ha llamado la atención enormemente que fuera un icono gay. Puedo entender que el sector LGTB católico (que lo hay, sorprendentemente lo hay) busque apoyarse en una imagen de la propia religión para no quedar indefensos ante una religión que pretende no menos que curarles, pero sigue pareciéndome curioso. Y como es algo que no todos saben y alguno podréis decir "¿y para qué coño nos mete imagenes de un santo en medio?" pues me he visto en la obligación de poneros en antecedentes de que es un icono homosexual (mucho más usual de lo que os creéis). 

Hasta aquí por hoy, pasadlo bien, je.