Holaquétal, me llamo Jacobo Tamagotchi y soy un adinerado industrial cuya fortuna viene de la manufacturación de cuerda para el gremio del bondage.
En un principio yo era un tanto reticente a dispensar mi mercancía a semejantes degenerados, pero por favor, no me lo tengan en cuenta. Mi profundo compromiso con la moral cristiana me instigaba a mirar de soslayo a esos monstruos para quienes un calabacín tenía otros usos aparte del estrictamente culinario.
Aunque, bueno, con el tiempo, empecé a ser un poco más permisivo, sobretodo cuando mi cuenta corriente empezó a engordar de un modo alarmante.
En otro orden de cosas: hoy he visto a un avestruz disléxico leer el diario El País en una terraza mientras tomaba elegantemente un cafe frappé.
Holaquétal, me llamo Jacobo Tamagotchi y soy un adinerado industrial cuya fortuna viene de la manufacturación de cuerda para el gremio del bondage.
ResponderEliminarEn un principio yo era un tanto reticente a dispensar mi mercancía a semejantes degenerados, pero por favor, no me lo tengan en cuenta. Mi profundo compromiso con la moral cristiana me instigaba a mirar de soslayo a esos monstruos para quienes un calabacín tenía otros usos aparte del estrictamente culinario.
Aunque, bueno, con el tiempo, empecé a ser un poco más permisivo, sobretodo cuando mi cuenta corriente empezó a engordar de un modo alarmante.
En otro orden de cosas: hoy he visto a un avestruz disléxico leer el diario El País en una terraza mientras tomaba elegantemente un cafe frappé.