viernes, 27 de mayo de 2011

Wim Delvoye

¡Hola queridos! Para conmemorar mi primera parrafada os traigo algo
muy extraño que me he encontrado pululando por internet. 
Realmente no sé si se ajusta a mi categoría... Ni por la parte del arte, 
ni por la parte de la sexualidad, pero era algo que tenía que compartir. 
En el mundo del arte siempre ha habido polémicas de todo tipo. 
Hablemos de performances, de fotografías ganadoras del Pulitzer 
con un deje tenebroso (Kevin Carter para los que anden perdidos), de 
estatuas del Papa derrumbado por un meteorito, latas de "mierda de
artista", etc. En fin, podría decir miles de cosas que han causado un
gran revuelo en todo el mundillo. Algún día os hablaré detenidamente
de eso. Pero bueno (que me voy por las ramas) a lo que iba. El belga
Wim Delvoye ha creado una serie de antropometrías (tendremos en 
cuenta que este es el nombre con el que el artista denomina su obra, 
no la denominación que le dan los expertos, ni mucho menos yo)
muy peculiares. El nombre de la serie es "Anal Kiss" con lo cual podéis
haceros una idea de que se trata, y viendo la imagen, más. Realmente
es impresionante como alguien que hace ese tipo de, llamémoslo de
alguna manera, dibujos, pueda llegar a hacerse un hueco dentro del
mundo del arte. Si bien es cierto que cuanta más polémica, más 
publicidad, cuanta más publicidad, más público, cuanto más público, 
más reconocimiento. Es lo que tiene el arte, subjetividad. Me ha llamado 
la atención que, teniendo en cuenta el resto de sus escatológicas obras 
(echadles un vistazo), considere sus obras como "metáforas del arte 
actual". Y yo me pregunto ¿Metáforas del arte actual? ¿En serio? 
¿Mierda?. Aún dudo si calificarlo de artista por su inteligencia al retar 
a la sociedad a enfrentarse con su trabajo y obligarnos a hablar de ello, 
o calificarlo de loco por desprestigiar al resto de arte. Si os interesa mi 
opinión, estos "artistas" lo único que hacen es dejar mal a los demás. 
Los demás que realmente se esfuerzan por transmitirnos su pasión, su 
intento por dejar al arte en un magnífico lugar. Pero ¿qué cuenta mi 
opinión? Nada. 

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